Monday, April 16, 2012

INOLVIDABLE DESPEDIDA


Querido Olayo , te contaré que hace muchos años atrás encontrándome en las Cardillas, justo cuando el Tata Lucho se le acababa el plazo de permanecer ahí, ya que estaban todos los tramites hechos para trasladarse  al Plumero, en busca de nuevos y mejores horizontes quiso despedirse con algo que le fascinaba y era su deporte favorito, la caza del zorro con perros zorreros, después venia pero a gran distancia las trillas a yeguas   sueltas, pero tenían un inconveniente este deporte lindo también, le producía severos mareos u trastornos que mas de una cuenta le pasaron, justo el día domingo antes de nuestra partida se programó la última cacería, me incluyo yo también porque viajaba con ellos aprovechando que estaba con vacaciones de Invierno, los preparativos culinarios para esta jornada estaban todos preparados por la eficiente dueña de casa, la abuelita Labra, sin faltar nada, ni siquiera la sal para los huevos duros y la ensalada que lleva su nombre. Les cuento que esto fue una verdadera fiesta para le gente de la zona, incluyendo Vichuquén ya que consideraron que era la despedida de la familia Retamales Kawles, conocida y querida por toda la zona empezando por  el pueblo de Vichuquén y todos sus alrededores, llámese Llico, Aquelarre, Lipimavida , Patacón, Alto del Puerto,( tierra del  tío Desiderio) etc. etc.
 Siendo más o menos las 5 AM del día señalado partimos los cincoo felices deportistas con el Tata Lucho a la cabeza, Lucho nuevo, el negro Callampilla, Walter Voltaire y el que escribe, soltando los perros justo donde el burro de Martín se culió la yegua baya del Tata con ayuda de nuestro Francisco Antonio y Walterio, por supuesto que solamente a la Fragata y la Linterna por ser las dos maestras( siguen solamente zorro sin dar bola a la liebre y el conejo como lo hace todo perro nuevo) ,el Suspiro, más el Bandolín que era de propiedad del compadre Jecho Cabrera debidamente amarrados y sujetos con sendas cadenas por mi persona y Walterio ,caminamos rumbo al paso del membrillo, que estaba  ubicado al lado del horno de quemar carbón del negro Callampilla y al pié del cerro llamado piedras de afilar, donde se encuentra el famoso Eucaliptos que da sombra a todos los traficantes por ese sector, antes de llegar al lugar descrito, la Fragata por intermedio de un leve ladrido nos anunciaba que había picado un borrado rastro por el tiempo que el animal había pasado por ahí, pronto se oyó también el ladrido de la Linterna corroborando el anuncio de  la otra perra ,esperamos detenidos como cinco minutos mientras los canes trabajaban tratando de descubrir la dirección tomada por la presa en cuestión, poco a poco los ladridos eran más tupidos y era señal que iban por buena senda , se encaminaban para el paso el Canelo, en dirección a la Quesería , pronto el ladrido fue continuo y acompasado de las dos perras, en ese momento el Tata nos ordenó soltar los otros dos para que colaboraran en el desentierro, quienes al verse libres arrancaron cerro abajo ladrando como condenados en dirección de sus compañeras, a los veinte minutos la orquesta era preciosa por los ladridos que nos anunciaban que el Zorro había sido levantado y corría arrancando como los rediablos. Todo esto sucedía en la obscuridad, ya que la clarisa aún no aparecía, pero apenas tiró sus primeros aces de luz nos dirigimos al cerro el mirador, lugar estratégico y de muy buena visibilidad ya que permite observar para todas partes. Mientras tanto la fiesta se había trasladado para otro lado, cuando había trascurrido un poco menos de una hora y estando todo en silencio,  le pregunté al Tata que había pasado ya que me llamaba la atención que todo estaba tan callado, la respuesta fue instantánea y me explicó que seguramente la presa a pillar era un Zorro Culpeo, o sea , de los grandes, porque la primera carrera es a lo derecho pero una vez que se cansan vuelven a su hábitat de costumbre y en un rato mas tendríamos el espectáculo a la vista, no hubo que esperar mucho ya que de repente a lo lejos se empezaron a sentir los ladridos, débiles al principio , pero  mas potentes a medida que pasaba el tiempo y la jauría se acercaba pero en vez de cuatro venían seis, así que se tornó mucho mas lindo,  no cabe duda que el rato que se nos perdió corrieron en dirección a Boquil , lugar que vivía don Eloy Rivera intimo amigo de Retamales quien viendo que eran sus perros los involucrados soltó los dos que el poseía, llamados Piano y Carretela, cuando aparecieron por el cerro frente a nosotros el espectáculo era hermoso ya que se venía peleando la punta la perra vieja de don Eloy Carretela y el nuevo del Tata Suspiro, increíble se hacían cortadas y aparecían más adelante, pero inmediatamente venía la contrapartida del otro y así sucesivamente. Los ladridos acompasados y homogéneos haciendo vibrar todo el contorno comparado con una orquesta de ladridos, liderada por el más viejo llamado piano que era de voz ronca y muy potente.  Por este motivo el tren de carrera impuesto fue tan violento que a la hora y media el Zorro que era tal como lo predijo el Tata, Culpeo, empezó a dar muestra de cansancio bajando a las quebradas, especialmente las que tenían curso de agua y se cambiaba continuamente de un lado para el otro y viceversa a cada rato, viendo seguramente como hacia perder el rastro a los perros que a cada rato estaban más y más cerca, se imaginan ustedes cuan grande sería la desesperación y el miedo del pobre bruto que en su loca y cansada carrera pasó por el patio de la casa y se metió a la cocina donde estaba la Abuela, que al verlo dio un grito y el animal salió y emprendió viaje para otra parte, menos mal que esta santa señora había cerrado la puerta ya que al ratito llegó la jauría y más de un empeño le hicieron por entrar , según versión de misia Labra como la llamaba el Tata Nacho, después de haber rodeado por su base todo el cerro, el animal pasó por el lado de nosotros, con la cola entre las piernas, tremenda legua afuera, dando pequeños gritos y miándose, en señal que le quedaban contados minutos de vida, bajó nuevamente a la quebrada y en ese momento el tío y el Tata dieron la orden de decender nosotros también, ya que creían que ahí se produciría el fatal desenlace, lo vimos pasar varias veces, pero la última los perros lo trían a la vista lo que verdaderamente da un poquito de pena .En ese momento se puso en la delantera los perros mas viejos y por ende con mas experiencia llamados Maestros, en una pequeña recta corrieron al lado de la presa colocándose cada uno por lados distintos y cuando lo igualaron lo agarraron directamente del tungo, dándose vuelta de carnero los tres al mismo tiempo, los otros que corrían pegados enterraron sus dientes por donde pudieron, y así terminó una cacería muy bella que me la dejó de recuerdo para toda mi vida el   TATA LUCHO.  
  .
El regreso a casa fue en silencio y un poco triste, especialmente el Tata porque comprendía que había asistido por última ven en su vida a lo que él quería con toda pasión y lo que más le causaba esa gran pena era de tener que deshacerse de sus fieles compañeros los PERROS ZORREROS. Compadre este pequeño cuento se lo mando solamente a usted ya que creo que es el único que me puede entender lo que yo vibré con este momento vivido con mi abuelo, tío y amigos a quienes recuerdo siempre con mucho cariño.
 De este lugar donde me encuentro escribiendo este relato, rindo un sincero homenaje de lo más profundo de mi corazón a estas cuatro persona que vivieron palmo a palmo esta experiencia con mi persona liderada por ese noble, sufrido, valiente y amigos de sus amigos llamado Lucho Retamales Correa o como lo nombrábamos nosotros TATA LUCHO……………..

Thursday, October 14, 2010

LA VIDA......y sus momentos, a veces tristes

                                                         “El sueño que tuve anoche”




Mi padre biológico llamado Pedro, era oriundo de Vichuquén,

donde conoció a la Talita, y se propuso que fuera de él.

Empezó ha arrastrarle el poncho, para llamarle la atención,

y con tesón y empeño la treta le resultó.

Todo al principio fue para callado, para no levantar sospecha,

ya que si llegaban a saber la abuelita Labra y el tata Lucho,

la novia se podría ir, de sendo tirón de mechas.

Así pasó el pololeo, de esta pareja ideal, que después de un largo tiempo,

terminó en el altar.

Tuvieron siete hijos, lo que parecía una osadía,

pero en aquellos viejos tiempos, la situación lo permitía.

No quiero alargar mucho el cuento, con tanto detalle y alargue,

ya que lo que verdaderamente interesa es saber, el sueño con mi padre.

Lo vi. tan cerca de mí, que casi lo podía tocar,

pero al arrimarme mucho, se alejaba del lugar.

Quedé preocupado por algo, y me formé una opinión,

lo que necesita allá arriba era que sus hijos le enviemos una oración.

El viejo nos dejó una herencia, que todos la recibimos con dolor y mal humor,

y fue que a al pasar el tiempo termináramos operados del corazón.

Tatita Pelluco murió muy joven, ya que solo cuarenta y dos años tenia,

dejando una viuda con seis hijos, y nada de mal parecida,

y si no me creen a mi, pregúntenle a los amigos que aún viven,

del finado Gilberto Días.

Mi querida madre sufrió mucho, por la gran pérdida de su marido,

la cual se acentuaba el doble pensando en la educación de sus rilios,

y en la hija que venía y él conocer no podía.

Ella trabajaba como animal, sin tener descanso alguno,

llegando todos los días cuando ya estaba oscuro.

Todo esto lo hacía, para juntar más platita,

y que sus hijos siempre tuvieran llena la guatita.


Mi madre era la piedra del tope, de todos los enfermos del pueblo,

ya que no le importaba la hora, para ir atenderlos.

La vi salir de noche, de tarde y de día, con el barro hasta los tobillos

y el frío que descosía.

La iban a buscar a caballo o en auto, según la distancia existente,

y si venían a pata igual estaba presente.

Creo que me desvié un poco, del sueño con mi padre, pero era conveniente que anduviera de la mano con mi madre.

Pelluco tuvo actividades múltiples trabajando en una empresa de construcciones y fue así como un día le tocó ayudar a construir el puente de Los Escalones.

Ahí fue administrador fiscalizando los trabajos,

y cualquier problema que se presentara inmediatamente le ponía atajo.

La gente lo quería mucho, porque era simpático y bonachón,

bueno para los causeos y no se demoraba nada en prender el carbón.

También tuvo puesto político, y fue secretario de la gobernación,

en los tiempos que los radicales gobernaban la nación.

Esos puestos eran muy buenos y optaba mucha gente, pero siempre eran asignados a los que militaban, en el partido del Presidente.

Mi padre murió muy temprano, y eso se veía a simple vista, pues cuando acompañaba a mi madre a recorrer sus enfermos y caminaba un pequeño trecho, se le ponía un dolorcillo en el pecho.

También se agitaba con facilidad, y eso quería decir que sus coronarias no daban para más.

Una inesperada noche de invierno, y toda la gente dormía, despertó el papá quejándose que el tórax le dolía.

Mi mamá como practicante cachó de lo que se trataba por el dolor,

y despertándome a mi y a Hernán, nos mandó a buscar al doctor.

Nos sentamos cada uno a un lado de su cama, tomándoles ambas manos

por las que por su intermedio trasmitía que le quedaban pocos momentos de vida.

De repente convulsionó, y desesperado se movía, y con eso nos anunciaba el momento de su partida

No olvidaré el gesto que justo hizo al momento de morir

mirándome fijo a mis ojos, algo me quiso decir,

y era que me portara bien con mi madre y no la hiciera sufrir.

Así se fue mi tatita de este mundo terrenal, y llorando lo llevamos al cementerio,

adonde lo fuimos a enterrar.

Toda pena pasa, el tiempo se encarga de eso, pero con la pérdida de un padre,

se carga de por vida con un gran peso.



Con todo cariño,

Mito.





























Wednesday, October 06, 2010

“Aclaración de Poema”




Ustedes habrán oído o escuchado durante mucho tiempo, especialmente de los labios del doctor Hernández cuando viaja del lago Vichuquén hacia Llico y cuando enfrenta una poza de agua y pasa rajado en su fiel camioneta, la canción: “Esta noche ha llovido”, pero nunca han reparado el porqué es tan corta, lo que no es así. Lo que pasa es que no recuerdo las otras estrofas que con mucho sacrificio y tiempo limitado que tengo he tratado de recordar, aunque muchas cosas pueden ser inventadas. Esta canción creada por el gran poeta Tito Badilla está inspira en un viaje a Licantén de su gran amigo Lucho Retamales, en una noche de invierno con tormenta desatada, trasladando sus cosechas a la estación de Licantén donde eran embarcadas en el tren rumbo a Curicó, donde eran comercializadas en la vega central. La primera parte es de todos conocida pero por si alguien no la ha escuchado se las repito.

Esta noche ha llovido

mañana habrá barro

pobre Lucho Retamales

se habrá mojado se habrá mojado.

Una noche fría y lluviosa de invierno

en una humilde carreta

partieron los Retamales hacia Licantén

trasportando sus cosechas,

y cuando enfrentaban las siete vueltas

el camino estaba muy malo y

de repente cayeron en un hoyo

tapado por el barro.

Después de mucho trabajo

gracias a sus bueyes Opaco y Brillante

que tirando de sus yugos lograron salir adelante.

Cuando llegaron al mogote y pasaban por un gran charco

se acordaron de la abuelita tronquita (mamá de mi padre)

que tenía que decir algo.

En un viaje a caballo a Licantén

justo al pasar frente a una mata de avellano

voló una bandada de tordos espantando su caballo,

y ella fue a parar de cabeza en el barro.

En ese miso momento sin tener ninguna duda

bautizo el lugar con el nombre “el bajo de la viuda”

Siguieron nuestros viajeros sin tropezón alguno

hasta llegar a los Juquillos

donde mi querido hermano Hernán en cierta ocación

golpeó con un machete un manzano con mucho pundonor

cuando de repente escuchó una voz que le gritaba

popopopo porque no te machetia las huevas huevón.

Era don Pancho Navarro que de esa manera defendía su arbolito

porque el fruto que le daba lo encontraba exquisito.

Cuando llegaron al valle de las Auroras

por la imposibilidad de tirarse, por la hora, un Ballón

se conformaron con mirar a las Auroritas y tomarse un buen borbollón.

Al asomarse en el mogote del cerro, Retamales se paró

y poniendo las manos como visera miró el valle lleno de emoción

justo cuando en ese momento la maquina tocaba la prevención.

Picaron el poto a los bueyes para apurar el paso ya que iban con la hora

con un poquito de retraso.

Llegaron a la estación y embarcaron sus cosechas apurados y corriendo

en el mismo instante que la maquina resoplaba y echando vapor de agua

se ponía en movimiento.

Aquí termina esta historia de hombres sacrificados y valientes

que tenían que hacer estas cosas para alimentar a su gente.

Esta noche ha llovido mañana habrá barro

pobre Lucho retamales se habrá mojado se habrá mojado.

Con mucho cariño.

Mito.

Wednesday, August 12, 2009

NUEVA PESCA...CON AUTONOMIA TOTAL

“Determinación Acertada”


Habiendo trascurrido muchísimos días de nuestro desastroso último viaje de pesca al embalse La Paloma, ubicado cerca de la ciudad de Ovalle, me dispongo relatarles lo vivido este fin de semana recién pasado.
Los participantes de este evento lo componíamos las familias Hernández Muñoz. Toledo Pino y el que escribe, solo como vino a este mundo, saliendo de la ciudad de Santiago mas o menos tipín siete de la tarde con nuestro primer destino Totoralillo, o sea, la casa de reposo y veraneo del doctor y familia. Llegamos a nuestro primer destino mas o menos a las nueve de la noche sin novedad y llenos de entusiasmo y ganas de pasarlo como Dios manda, o sea, la raja.
Inmediatamente una vez arribados, manos a la obra, y a preparar nuestra primera cena que fue compartida muy alegremente, especialmente por los varones, los cuales esperábamos muy pronto emprender el segundo tramo de la excursión y nuestro destino final, La Paloma.
Después de un rato de pelambre, nos dispusimos ir a los cueros a reposar el esqueleto para estar en condiciones para el día siguiente, pero al decir verdad, casi nadie durmió por la preocupación de la levantada temprano, o sea, a las tres de la mañana de día entre aclarando añajuit añajuit añajuit, llegada la hora esperada arriba sin ninguna flojera y después de la respectiva ducha, al desayuno que Ignacito como buen anfitrión que es, lo tenía listo incluyendo un buen termo con café para que nos acompañara en muestra expedición. A la hora señalada, o sea, las cuatro de la mañana nos encontrábamos en la ruta enfilando al norte rumbo de nuestro objetivo.
Este viaje además de la practica de nuestro deporte favorito encerraba otra incógnita, y era probar el motor nuevo ecológico recién adquirido, que reemplazaría el arriendo del bote de la vieja culia y el remador Javier Bilbao o como se le llama “El chuchas de su madre.” Para este objetivo, teníamos que ubicar antes que nada un lugar donde pudiéramos echar el bote al agua, con la obscuridad reinante en el lugar de los hechos no fue tarea fácil pero con la participación de “Rambo” Arnoldo Toledo, todo se llevó a efecto sin mayores contratiempos y muy pronto nos encontrábamos en el agua y dispuestos a empezar nuestro viaje fluvial en busca del lugar escogido por los participantes de mas experiencia. Este trayecto se demoró mas o menos media hora y una vez debidamente instalados nos dispusimos a empezar el singular combate. Una particularidad fue que a esa hora o sea poco antes que salga el sol, y anticipándonos al frío, nos mandamos el primer borbollón de enguindado, cosa de prevenir cualquier ataque de la naturaleza.
Les contaré que el motorcito funcionó de maravilla y fue bautizado con el nombre de Javier Romanini en honor al Buzo por facilitar la batería y a nuestro inolvidable botero por lo bien que se portó, además de su excelente performance nos dejó claro varias ventajas que son muy bien evaluadas como: él no habla, Bilbao sí; no mete ningún ruido, Bilbao sí; es súper obediente, Bilbao no; no ocupa lugar del bote porque no pesca, Bilbao sí; su carácter siempre es el mismo, el de Bilbao no; no toma no come, Bilbao sí; el no amarra con la vieja maraca, Bilbao sí; y por último, el no es un chuchas de su madre, Bilbao sí. Sólo estas importantes diferencias valen el precio que costó. La pesca estuvo bastante buena y el tiempo nos acompañó, tal como lo dijo mi compadre Francisco, “de lo mejor”.


En todo un día de compartir no puede faltar algo que sobre salga a lo normal como las “meadas” del doctor durante el día en el pato que se pudo comprobar que las tres que se pegó fueron parejitas de 400 cc, comprobado por Arnoldo y el suscrito. Sin duda estas abundantes cortas fueron por efecto del pihuelo y el contento; además,



producto del viento reinante estuvo a punto de mandarse de raja al agua.
Otra cosa que llamó la atención fue que de repente cinco pescadores que andaban en otro bote se nos acercaron, ya que les llamó la atención el motor por no meter ruido no sabiendo que era eléctrico y después de examinarlo se alejaron lentamente sin antes hacernos un enredo u peluca la huevona de grande, al no poder desenredar y estar perdiendo tiempo precioso el doctor invocó el nombre de mi querido hermano Hernán ya que él con su cortaplumas le habría cortado todos los nylon y asunto concluido.
Se me estaba quedando en el tintero, le preguntamos al botero jefe de esa expedición si por casualidad conocía a Javier Bilbao a lo que respondió que no pero no estaba bien seguro pero de todos modo le dijimos que queríamos de todas manera mandar un recadito, que era un CHUCHAS DE SU MADRE, la riza se dejó escuchar en todo el lago.



Una vez regresado a puerto, “Rambo”* procedió a subir la embarcación arriba del carro mientras con el doctor preparábamos alguna exquisitez para tomar la respectiva onces de despedida, y fue así como termino nuestra linda salida de pesca. El regreso se efectuó sin contratiempo sin antes comprar unos ricos camarones del Limarí para ser consumidos en el hogar donde nos esperaba el resto de la familia, y como plato de fondo una rica mano de cerdo al horno proporcionada por el papá de la señora Silvia y que en un momento Arnoldo se quiso acabronar con ella, pero gracias al doctor y yo no lo pudo hacer, el resto del tiempo lo seguimos disfrutando hasta que llegó el momento de emprender el regreso llegando a casa felices y sin novedad.



Un gran saludo para todos.
Mito.


Tuesday, July 21, 2009

PESCA EN TRANQUE LA PALOMA

EL CHACAL DE LA PALOMA

Tal como se los prometí me encuentro en estos momentos, frente a mi fiel máquina tratando de hilvanar y atar cabos para darles a conocer en esta pequeña narración la esencia de la verdad de lo que pasó ese lindo día de pesca, y muy feo por culpa del “chuchas de su madre” como lo llama Arnoldo en su mail al desagradable botero.
Esta jornada empezó a las cuatro de la mañana que fue la hora de toque de la diana incitándonos a levantarnos para dar comienzo al programa tal como se había planeado. Después de una larga ducha como Dios manda recogiendo nuestros implementos de pesca nos encaminamos rumbo al lago, donde nos esperaba el “chuchas de su madre” que a esa hora era todavía el Señor Javier Bilbao. Una vez acomodados dentro de la embarcación comenzamos nuestra excursión por agua rumbo al lugar donde normalmente se encuentra la reunión de pejerreyes, este trayecto era hecho en plena oscuridad, sin embargo la embarcación contaba con un pequeño generador que nos proporcionaba luz eléctrica que se compartía en dos ampolletas. Cuando habíamos caminado mas o menos una hora al desagradable remador se le ocurrió parar e incitándonos a tirar caña ya que comenzaba la jornada y ese lugar era muy bueno… que le dijeron al sordo, armamos nuestro armamento y al agua se ha dicho, menos mi hermano Hernán que al tratar de lanzar se le formó un enredo o peluca que no la entendía ni cristo, fue tan grande su desesperación al no poder desenredar su moño de vieja que le pidió ayuda al menos indicado, que incluso había apagado el generador y por ende la luz el “chuchas de su madre” quién respondió negativamente, fue tan grande la rabia que nos dio que ejerciendo presión todos sobre él, se vio obligado a prenderla nuevamente y con la ayuda de mi hijo Arnoldo pudo solucionar el problema con su carrete. Después de esto apareció en escena mi amigo, que seguramente no es conocido por ustedes, Patricio Cáceres quién se agarró con Bilbao y lo puso de un viaje en su lugar que era lo que hacía falta para cortarle las alas a este huevón patudo y atorrante. Después de perder un rato el tiempo ya que no picaban ni las almorranas pero que de algo sirvió para pasar el frío de la amanecía que calaba hasta los huesos, tanto es así, que el maestro muy asustado me preguntaba si le estaría fallando el corazón ya que sus dedos no obedecían las ordenes enviadas por el cerebro y se negaban a moverse para poder hacer un miserable nudo. Menos mal que esto duró hasta el momento que empezó a aparecer en el horizonte el astro padre que traía una carga tan grande de calor que la sufriríamos a medida que avanzara la hora, y dicho y hecho así que lentamente nos fuimos desprendiendo de los corderos, camisetas, calzoncillos largos y todo lo demás ya que fue un día de pleno verano.

Thursday, January 08, 2009

.......a propósito de una hospitalización de dos hermanos

Siete días en la clínica

Hoy vengo llegando del cardiólogo el que me ha dado la gran noticia que estoy muy bien después de haberme practicado un completo e intenso examen, lo cual me alegró mucho y me dio ánimo para relatar mi estadía en ese centro hospitalario, porque siempre en todas partes se encuentra algo que personalmente lo catalogo como interesante, fuera de lo común y anecdótico, como para poder contar a alguien que lo quiera escuchar o leer.
¿No encuentran coincidente haberme operado el mismo día, a la misma hora, en el mismo hospital y en quirófanos separados sólo por una muralla y posteriormente estar en la misma sala de recuperación a diez metros de distancia con mi hermana Caminando?.... Creo que fue mucho más que una coincidencia y cada vez me convenzo que la mano de nuestros viejos y Francisco Antonio estuvieron presente.




Fue una linda experiencia el sentirse acompañado por alguien a quien le corre la misma sangre por sus venas y al mismo tiempo triste, especialmente en el momento que los camilleros me separaron de ella para llevarme a mi pieza donde reposaría durante el período de recuperación. Antes de empezar el retorno a mi pieza, después de haber estado en la UCI, les pedí a los camilleros que por favor se detuvieran un momento frente a su cama para decirle chao. Caminando, que se encontraba sentadita en una silla de rueda haciendo el ejercicio de rigor que es el de levantar las pelotitas mediante el soplido, sus patitas cruzadas igual que cuando teje y por supuesto no llegaban al suelo, y moviendo sus manitos despacito de lado a lado contestándome el despido…… les juro que para mi fue un momento muy emocionante y lleno de ternura el ver a la hermana que todos conocemos, con esa personalidad arrolladora y en ese momento tan resignada a su suerte. Gracias a Dios, a nuestros médicos y al apoyo dado por la familia todo salió bien y nos encontramos en este momento en franca recuperación. Tan bien me siento, que lo demuestro hoy saliendo al aire tratando de compaginar y redactar de la mejor forma posible esta nueva narración que llamo cuento.

Mi estadía en la pieza que en principio compartía con tres personas, que aunque enfermos tenían muchas ganas de conversar, no crean que fue sin anécdota, todo lo contrario. Se vivieron momentos muy difíciles con un ciudadano oriundo de la quinta región de un pueblo llamado Quilpue, hombre curtido por la tierra ya que su profesión era parcelero, y que aparentemente era bastante acomodado financieramente. Su lecho de enfermo se encontraba inmediatamente al lado del mío y se encontraba operado de triple Bay -Pas a la arteria aorta. El hombre en cuestión se llamaba Justiniano, y se quejaba como condenado día y noche, y cuando lo visitaba su médico de cabecera le explicaba en su lenguaje de campesino que le dolía el hombro izquierdo y que tenía que ayudarse con su otro brazo para poder levantarlo y tocarse la cabeza como lo requería el ejercicio, y lo definía como un dolor tan cansado…… igual que si estuviera cargando un perro grande sobre su hombro. Otro problema que lo atormentaba era que lo tenían amenazado que si no meaba tenían que colocarle sonda en el pene, cosa que él ya había tenido, y sabía lo que dolía, así que llegaba a bramar pujando para tratar de hacer pipi y soslayar la amenaza, pero el resultado eran unas cuantas gotas que se consideraban insuficiente para el objetivo que se perseguía. Fue tan grande el esfuerzo que hizo que se le aflojaron los intestinos que se encontraban totalmente en reposo y le dieron unas ganas locas de obrar u cagar, y como tenía prohibición de levantarse teniendo que chatear o sea depositar su excremento en la chata, para este fin se pegó al timbre llamando a la enfermera, que por no concurrir en el acto , y por no tener, don Justiniano mas apriete, la cagada la depositó en la cama, o sea se cagó hasta el cogote, y como era mierda retenida de varios días el olor empezó a inundar la pieza y a cada rato iba en aumento llegando a límites intolerables. Mientras tanto se habían reunido alrededor de su lecho, el que en ese momento se había transformado en water, como cinco enfermeras más un varón que hacía la fuerza que se necesitaba para poder sacar en andas al pobre don Justiniano y ser llevado al baño para asearlo y sacarle el olor putrefacto que inundaba su cuerpo. ¿Se imaginan ustedes el revuelo que se produjo en el dormitorio? tanto……. que fue necesario evacuar a los enfermos para poder limpiar, desparramar desodorante ambiental, (que por lo demás unido al olor a mierda fue casi peor), y nos mantuvieron asilados en el dormitorio del lado mas de una hora y media, mientras ponían el aire acondicionado a todo chancho, además de abrir ventanas para poder despedir el olor de la cagadita que se mandó don Justiniano.

Después de haber pasado este delicado impase el hombre no fue el mismo. Bajó el tono de voz y las cosas las solicitaba casi al oído y con mucha humildad, la conversación que teníamos a diario tampoco fue igual. Yo trataba de darle animo para poder reentablar el dialogo ya que a mi me interesaba mucho el sacarle información que me sirviera para engrosar este narrado que ya lo tenía ingresado al disco duro. Todo fue inútil y en esas condiciones hizo el abandono del hospital con su sonda ensartadita en el pene y con orden de regresar dentro de tres días; y así fue la despedida de este hombre que debe estar en los record de Gines como la cagada mas espectacular e inaguantable por su maciza fetidez y en la forma se llevó a efecto.

El resto de los días pasaron sin nada interesante de poder rescatar hasta la dada de alta y poder regresar a mi casa que tanto de menos echaba donde me encuentro hoy día dando gracias a Dios por haber permitido nuestra recuperación, que en el caso mío me salvé por puntos.

Aprovecho esta narración para dar mis más sinceros agradecimientos a todos los que se preocuparon de una u otra manera por mi estado de salud. Muchas gracias.
Mito.

Sunday, May 18, 2008

EN LA RUTA COSTERA DE LA CORVINA Y LA MACHA (LA TRINCHERA)

Creo que todos o casi todos conocen este hermoso lugar, ubicado al costado del camino a Constitución, playa obligada de los Cureptanos quienes se sienten orgullosos de ella, y como no, si la otra más cercana es la de Iloca, y esa es de nosotros los Licanteninos y caso cerrado. Se extiende por largos kilómetros llegando hasta el lugar llamado, La Pesca, o sea, hasta la desembocadura del río Mataquito en el océano, donde Carlos no se podía bañar por requerimiento de Zoila.

Fuera de esta particularidad, cuenta con lindos pozones especialmente diseñados para la práctica del deporte de la caña y el carrete. También cuenta con extensas playas bajas y de una arena muy fina, especial para la crianza del exquisito molusco llamado macha, hoy casi desaparecido, por culpa del depredador llama Gilberto, quién las exterminó con buzos especialmente contratados para este fin, que trabajaban todo el día llenando sacos y sacos, que él en su camioneta cuatro por cuatro pasaba a retirar todas las tardes. Una vez conté diez de estos ciudadanos metidos en el mar a poto parado sacando este manjar, que después era comercializado en su restaurante de Duao y comerciantes de Curicó.

En cierta ocasión encontrándonos en nuestra casa de Licantén, se nos ocurrió hacer una excursión de pesca de la corvina y el róbalo a ese lugar, cuyos participantes éramos los siguientes ciudadanos: Francisco Antonio, Andrés o Bolita, El Mito, Gastón y Peyuco Alcapío. Creo que se me escapa uno pero no recuerdo quién, y salimos con rumbo a nuestro destino a las 06.AM de Licantén. En una hora y medía nos encontrábamos en el lugar señalado dispuestos a comenzar nuestra entretención. Para este fin es indispensable contar con el tonto Nape o camarón de playa como carnada para tener éxito, que se encuentra en el mismo lugar, a una profundidad más o menos de un metro enterrados en la arena justo donde llega la agüita impulsada por la ola. Nosotros como buenos chilenos no llevamos ni la herramienta mínima para esta actividad, la Pala, pero no por eso no seguimos adelante en pos de cumplir nuestro objetivo y mandamos a Alcapío a robarle al mar aunque fueran unos limayes o pulgas que esas sí son fáciles de extraer, y se encuentran en casi todas las playas de la costa. Estábamos en eso cuando se oyó el grito de Francisco Antonio anunciando “humo al norte”. Todos miramos a la vez en esa dirección, y efectivamente se divisaba un puntito negro que demostraba que una persona se encontraba estacionada en ese lugar y no podía ser otra cosa que pescando. Recogimos nuestro bártulos y nos dirigimos a ese lugar, y a medida que nos acercábamos mas se acentuaba nuestra teoría. Pronto nos encontramos muy cerca de él y pudimos comprobar que efectivamente se trataba de un lugareño que se encontraba en la misma actividad que pretendíamos nosotros, pero eso sí, tenía un canastito lleno de Napes. Inmediatamente miramos a Pancho y diciéndole que desde ese momento se transformaba en el ministro de relaciones exteriores cuyo nombre era señor Cubillos, que era el de turno nombrado por el gobierno en esos tiempos. No costó mucho para que mi compadre entendiera, y solicitando la garrafa de vino y el vaso se dirigió con paso seguro y gallardo hacia el ciudadano. Cuando estuvo al lado de él lo primero que le dijo después de los buenos días fue, “putas que hace frío jefe”, a lo que el hombre respondió: es así en la costa todos los días a esta hora. Yo lo caché desde lejos dijo Pancho, y es por eso que vengo a ofrecerle lo mejor para pasar el penetro y llenando el tarro duraznero que servía de vaso se lo alargó. El pescador no se hizo de rogar y contestando “el salud”, dicho por Francisco, se lo mandó al seco en un santiamén repitiéndole Pancho inmediatamente la dosis sin antes él haber hecho lo mismo. El parroquiano se mandó el segundo cañonazo con la misma facilidad del primero pero con la diferencia que al instante se le empezó a trabar la lengua, lo que aprovechó el ministro Cubillos quién se le dejó “queir” (como dijo don Lalo) y le dijo que nosotros también teníamos la intención de pescar pero no contábamos con carnada y tampoco se podía extraer por encontrarse el Pacífico en su más alta marea. Inmediatamente recibió la respuesta que se esperaba, “no faltaba más, aquí tiene algunos camaroncitos para que no pierdan el viaje” y le pasó seis, suficiente para entretenerse un rato ya que cada uno sirve para llenar tres anzuelos, y nos retiramos a una cuadra de distancia y Cubillos se quedó con su reciente amigo cañoneándose de lo lindo. No había pasado media hora cuando empezaron a llamar a Alcapío quien al acudir se encontró con la sorpresa de que le entregaron el canasto con todos los Napes, ya que ellos se iban a ausentar por un largo rato.

¿Que había pasado? El pobre hombre agarrado por la brisa marina se encontraba totalmente mareado y ya no estaba apto para proseguir con la pesca y había invitado al ministro a su casa que se encontraba relativamente cerca, a comerse una sopita de machas y corvina frita, a lo que su anfitrión aceptó encantado y partieron rumbo a un bote que estaba estacionado a orillas del río Huenchillamín que era de su propiedad. Cuando Peyuco nos contó el destino que llevaban y el estado en que iban a una casa desconocida nos dirigimos a ellos intentando convencer a Pancho que no era aconsejable presentarse en ella, y le recomendamos al lugareño que se fuera sólo, a dormir un rato y nosotros lo esperábamos en la playa, a la cual nunca más volvió. En el desarrollo de nuestra actividad nos iba tan bien, que en reunión relámpago, se acordó, por estarse agotando la carnada, que el único que pescara fuera el que escribe, para no perder ningún camarón, gracias a mi experiencia y así no más fue. Pique que tenía le pasaba la caña a alguno de los comensales que se encargaba de sacarlo y seguía con mi pesca. Recuerdo que a mi hermano Francisco como estaba un poquito beodo y no exigirle a su físico, le dejé el carrete bien suelto, por lo cual recogía muy poco ya que giraba en banda. Una corvina bastante grande lo paseó por toda la playa sin poderla sacar hasta que compadeciéndome de él le regulé el carrete para que pudiera cumplir con su fin. Todo fue un éxito ya que sacamos entre corvinas y róbalos quince piezas, gracias a la brillante gestión de nuestro ministro y haber encontrado al lugareño a orillas del Mar.

El regreso no fue tan fácil ya que teníamos que acarrear quince pescados hasta el auto que estaba como a un kilómetro de distancia, pero la astucia de Alcapío nos facilitó nuestra labor. Había encontrado una estaca como de dos metros de largo, y amarrando la pesca de a dos los colgó en la vara, y se la paso por detrás del cogote y empezó a caminar, nosotros portábamos los otros bártulos incluida la garrafa totalmente vacía, y con justa razón ya que fue la artífice de la gestión realizada por el señor Ministro y dependió mucho de ella. Cuando caminábamos por la playa íbamos inmediatamente atrás de Peyuco, cagados de la risa, ya que de repente se le tiraban a doblar las cañuelas por el gran peso que portaba sobre sus espaldas. En la pasada de la desembocadura se enterró un poco y tuvo que tener asistencia para poder salir y seguir adelante con la misión que se había impuesto. (Perdónanos Pedro Alcapío de donde te encuentres por lo abusadores que fuimos en esa oportunidad).

El regreso se hizo sin novedad y felices y contentos por el gran éxito de la excursión realizada. Una vez llegados a casa nos dedicamos a faenar el pescado. Yo recuerdo de haberme hecho un cebiche descomunalmente grande y comimos pescado frito hasta quedar mirándonos, pero como era mucho y aprovechando que al día siguiente viajaba don Andrés a la capital, decidimos mandar para cada familia un regalo que fue muy mal aprovechado ya que con el inmenso calor del verano se echaron a perder y el único que tuvo que soportar la hediondez fue Don Andrés. Así terminó la brillante excursión a la famosa playa de la trinchera en pos de la pesca de la corvina y el róbalo.

No solamente de vivencias de pesca fue objeto este hermoso lugar costero, sino que también de lindos paseos en busca algunos del sol y otros del pasatiempo de la extracción de la macha, abundante en esos años. Fue así como un buen día que la familia se encontraba casi en masa veraneando en la república de Licantén, se organizó un viaje saliendo muy de madrugada con todo el equipo pertinente o sea para comer y beber para bañar yeguas. El trayecto se hizo sin problemas y lleno de entusiasmo llegamos al destino aproximadamente en una hora y media. Se desempacó la carga y a empezar a disfrutar de un día maravilloso y sin el viento típico en esa zona. Las mujeres y los niños a la playa a disfrutar del hermoso sol y los hombres excepto Francisco Antonio, partieron saco al hombro y UCV garrafa bien agarrada de una oreja para cuidar su contenido, caminando por la orilla del Océano por mas o menos tres cuartos de hora, hasta ubicarnos frente al banco del molusco e ingresaron al agua dispuestos al marisqueo, que por supuesto fue fructífero, tanto es así que tuvo que salir UCV a tierra firme a depositar lo que habían sacado ya que el depósito estaba lleno y teníamos que seguir sacando, pero justamente aquí sucedió la primera desgracia. El portador del saco cayó en un hoyito que es lo más normal que se formen a la entrada del banco y Aguilar desapareció e inmediatamente saliendo a flote con la boca abierta en señal de haber tragado agua salada, y si ni es por la oportuna acción del chapulín colorado, Julio Correa, y como la poza es de muy poca monta lo pudo sacar, además que llevado por la desesperación de la inmersión y el susto, ya que no sabe nadar, logró pisar nuevamente arena firme y seguir camino. No le cabía ni un palo en el poto de lo asustado, pero lo más triste fue que en el accidente el mar se llevó las machas pero, milagrosamente la garrafa la salvó incólume. Su entusiasmo por volver nuevamente al océano había terminado, pero como ya era más o menos tarde, pronto salieron los otros y se dispusieron hacer el camino de regreso, no sin antes terminar hasta la última gota de la fiel garrafa. Caminaban entre risas y bromas para Eusebio por su percance, cuando a “Retrato hablado” se le empezó a presentar un problema. Con el roce de la arena y el traje de baño, se le empezaron a cocer las verijas, tanto es así que se le puso dificultoso el caminar, así que sin pensarlo dos veces Hernández Moraga mandó fuera traje de baño y siguió caminando con el niño y bolas expuestas a la brisa marina que a esa altura era bastante fresquecita.

Mientras tanto alrededor de los autos reinaba un caos, liderado por Francisco Antonio contra la irresponsabilidad de los hombres por la hora que era y no aparecían por ninguna parte. A mi querido compadre le apareció toda la protección paternal con Robuzoto y comentaba indignado “pobrecito siendo tan niño y en ausencia de sus padres” como podían ser tan irresponsables, y fue tanta la zalagarda que decidieron ir en su búsqueda. No habían andado cien metros cuando se toparon a boca de jarro y se pudieron enterar, en toda su dimensión, de la herramienta de Gastón que a esa altura al caminar se venía “gorneando” al aire libre. El choque fue espectacular, las más agresivas eran Caminando y la gordita Loly. Tenían sus caras totalmente desfiguradas y arremetían violentamente sobre la rama masculina con toda clase de ofensas y amenazas que creo que fueron más allá de lo permitido. Por ejemplo a Correa, La Guacha le aplicó el castigo de don Lalo, un mes sin sexo, ¿ pero se imaginan ustedes que es eso para este ejemplar con lo ardiente y fogoso que es, poder resistir semejante despiadado castigo? Creo que habrá una sola opinión. Al pobre UCV Caminando le dijo que tenía de coeficiente intelectual menos mil lo que es un poquito anormal, y así por el estilo muchas cosas más.

Una vez que no hallaron más cosas que decirles emprendieron el camino de regreso. Caminando, apoderándose de las llaves del auto que conducía UCV, se acabronó en él con la negra y sus niños y se marcharon diciendo que los curador se fueran juntos, pero sin antes decir algunas maldiciones, llegaron todos a Licantén. Eso si que el móvil de los beodos bastante más atrás que los otros.

Y así termino el paseo a la Trinchera que pudo ser muy bonito pero no lo fue por la agresividad y crueldad y el poco sentido común en esa oportunidad del sexo débil que de eso no tiene nada. A los dos días de haber sucedido este desaguisado, al parecer aparentemente hubo perdonazo, por lo menos esa era la impresión que flotaba en el ambiente ya que Correa se levantó muy de madrugada cosa poco común en él con su cara llena de risa que a pesar de su espesa barba se notaba perfectamente por el brillo de sus blancos dientes. De Eusebio no estoy en condiciones de opinar ya que creo que le daba lo mismo por lo menos así quedó demostrado, muchos años después, en el viaje de luna de miel a Mendoza que ni la camisa de dormir de Caminando, de seda y llena de encajes, lo entusiasmó para nada, porque según confesión de él mismo, fue producto del intenso calor reinante por lo que tenía que estar permanentemente bajo la ducha. Con los días todo lo malo quedó en el olvido, y se recordaba solo lo bueno, como por ejemplo las BOLAS de Gastón
P.D. Habiendo cumplido un largo tiempo de haber escrito muchas vivencias casi todas recordando nuestras tierras y nuestras raíces, con esta me despido, dándoles las gracias por haberlas leído, si no fue así, por lo menos no le molestaron y murieron en la rueda. Un último pedido, y es que mediten en un momento desocupado sobre algunos personajes de esta videncia y me refiero específicamente a los que no están con nosotros ya que emprendieron un camino sin regreso. Imagínense ustedes a Francisco Antonio tal como él era cañoneándose con el Guajiro pescador y a fuerza de sartaladas de mentiras tratar de quitarle los Napes o paseándose por la playa con una corvina en la punta de su anzuelo que era imposible sacarla por la maldad de sus acompañantes que le dejaron el embrague del carrete demasiado suelto y transpirándole hasta el chico. También piensen en Alcapío con setenta kilos de corvina sobre sus espaldas doblándosele las cañuelas mientras los otros comensales lo seguían a poca distancia cagados de la risa y totalmente desocupados. Creo que la venganza ya está preparada, solo es cosa de tiempo y paciencia, porque no podremos escapar de caer en sus manos y nos esperarán garrote en mano para darnos su merecido. Creo que si lo piensa un poquito según lo solicitado al final se dibujará en sus labios una pequeña Sonrisa. Gracias